16 February, 2010
El belga Raf Simons, director creativo de Jil Sander AG, habla de su trabajo entre nicho de mercado y expansión del negocio. La marca de modas de Hamburgo hoy forma parte del grupo Onward Holdings Co. Ltd.
Joachim Schirrmacher: Sr. Simons, cuando usted piensa en la moda alemana, ¿con cuál diseñador la asocia primero?
Raf Simons: Karl Lagerfeld. Parece alguien proveniente de otro siglo, pero tiene relevancia contemporánea en el siglo XXI. No conozco cinco nombres del sector de modas que puedan decir eso de sí mismos.
No ha mencionado uno de los nombres alemanes más importantes de la moda alemana…
Porque trabajo allí. Jil Sander fue quien más me ha influido. Por eso quise siempre trabajar aquí y ocupar este puesto. A comienzos de los años 90 Jil fue un personaje relevante del purismo y de la idea de la mujer profesional.
Era parte de la vanguardia mundial.
Cierto. Me impresiona cómo logró hallar el punto ideal de equilibrio entre estilo de vida, materiales y publicidad. Era una armonía perfecta. Se trataba de lujo y modernidad, pureza, calidad. Ese purismo funcionó muy bien entonces. Pero la moda depende mucho del “zeitgeist”.
Jil Sander se retiró de la empresa en 2004. Sería interesante saber cómo se hubiera desarrollado en los últimos años …
Es una decisión personal que toma cada diseñador si desea expandir el negocio o prefiere quedarse en su nicho de mercado. Ella se decidió por la expansión del negocio. Cuando uno se anima a dar ese salto, es para atender al gran público, conduce a la empresa por ese camino y asume la responsabilidad por muchos trabajadores. No hay alternativa. La moda de empresas de este tamaño está determinada más por las necesidades del público de lo que muchos piensan.
Cuando se lee algo sobre usted, parece usted muy “alemán”: “Es un perfeccionista”, “toma las cosas en serio”…
(Risas) ¡Es que yo soy un hombre del norte de Europa! Los belgas han sido criticados muchas veces por su moda: muy depresiva, muy seria. Por mucho tiempo para mí la moda era algo serio y profundo: concepto, psicología, conducta social eran para mí los factores que determinaban que las personas se sintieran vinculadas o no a determinadas imágenes. Pero la moda tiene también otra faceta, que no es tan seria; tiene algo de ligero y etéreo y yo intento hallar un equilibrio entre ambos aspectos. Con mi moda deseo crear algo significativo y a la vez lúdico. La moda depende mucho del país. En Italia la moda es muy relajada.
En Italia se trata de manera más directa de belleza, ligereza y diversión.
¡Eso es! Antes yo criticaba eso pero ahora ya no. Hay que saber que para el resto del mundo de la moda, la belleza pura tiene la misma importancia. Aunque para mí ello no sea tan importante. Hay que entenderlo si se quiere alcanzar algo en el mundo de la moda. No se puede trabajar en contra del sistema.